La supervisión individual va dirigida a los psicólogos y psicoanalistas que se dedican al ejercicio privado de su práctica clínica. Trabajar con el sufrimiento humano no suele ser tarea fácil y, a menudo, los pacientes nos plantean retos tanto teóricos como prácticos, que apuntan directamente, en alguna ocasión, a “puntos ciegos” instalados en nuestra propia psique, que es necesario analizar desde la distancia.
El espacio de supervisión teórico-clínica permite disponer de esa distancia, necesaria para la revisión de los casos con una mayor objetividad y rigurosidad clínica.
El valor añadido a este espacio de supervisión es el de compartir con otro u otros profesionales de la psicología y el psicoanálisis nuestra tarea.
La práctica privada se realiza en la soledad de la consulta y es necesario tender lazos sociales y profesionales que ejercen de red asistencial que nos sostiene y apoya en el ejercicio de nuestra profesión.
Asesoría de equipos profesionales dirigida fundamentalmente a los equipos que trabajan en instituciones sanitarias y sociales.
Estos equipos, formados en su inmensa mayoría interdisciplinarmente, tienen como objetivo restablecer la salud y conseguir recursos sociales para los usuarios, cuando desde la sociedad se están recortando drásticamente todas estas “soluciones”.
Trabajar con enfermedades crónicas y conflictos sociales de difícil solución es una tarea “insalubre” que requiere de instrumentos de control y mejora de síndromes como el del “Burn out” o la desesperanza, u otros síndromes hipo-maníacos de intentar dar respuestas a todo y a toda costa, sin atender a los límites que impone una realidad determinada.
La reflexión conjunta de los casos y situaciones que impone la institución es un buen ejercicio que sitúa a cada profesional en una posición más adecuada respecto al equipo y la institución en la que se inscribe, redundando en una mejora de la praxis profesional.