Mi paraguas
La verdad es que siempre he tratado a los hombres un poco como si fueran paraguas, no solo en el sentido de buscar cobijo en sus brazos cuando me acuciaba algún chaparrón, también en el sentido de que si dejaba de llover, me olvidaba de ellos. Hubo uno que, literalmente, me lo dejé en un rincón. Fue en una fiesta, hacía poco que salíamos y estábamos charlando en un rincón del jardín. Una fragancia dulzona y cargante nos envolvía, “viene de ese galán de noche”, me susurró al oído señalándome las florecillas, “no, es la dama de noche, cómo la detesto”, le respondí, “luego te cuento por qué, voy a buscar otra copa…” Pero me distraje con la gente, con la música, el bailoteo. Me olvidé de él. Y, claro, desapareció. De la fiesta y de mi vida. No le llamé. Creo que si lo hubiera hecho habría sido todavía más humillante.
Título: Mi paraguas
Autora: Montse Freixas Rovira
Fotografía: Pepa Be