Trabajo desde 1987 en la administración pública, en los servicios públicos de empleo, nacional y autonómico. Mi experiencia se desarrolla en el ámbito de la formación de formadores, la formación ocupacional, la orientación y la inserción laboral.
Me formé en todo lo relacionado con la formación y las organizaciones, sin descuidar mi formación clínica en diferentes grupos de estudio e instituciones, que comencé casi al mismo tiempo que mi carrera universitaria.
Trabajar en los ámbitos de la formación y la orientación, con personas adultas me ha convencido de la importancia de, que, dotar a las personas de conocimientos para que construyan “instrumentos básicos” relacionados con los aspectos más personales de sus vidas, proporciona tranquilidad y bienestar y alguna posibilidad de cambio.
La práctica clínica que desde hace quince años compagino con mi trabajo, responde a una inquietud que me acompaña desde que tengo memoria, que es saber por qué somos como somos, y que nos hace enfermar o sanar.
Es en la clínica, en la consulta, donde una persona, a través de la palabra, una vez que haya podido comprender que le hizo ser como es, tenga conocimiento de sí misma, pueda llegar a dotarse ella misma de estos “instrumentos básicos” que sin duda y con un poco de tiempo le proporcionaran bienestar.
Confío plenamente en el poder de la palabra y en sus efectos, que bajo el paraguas de la relación transferencial, mejora la vida de las personas.