Me interesé vivamente por la enfermedad mental después de la lectura del libro Alguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kessey. Los entresijos de la mente humana y sus procesos a la hora de enfermar y sanar han sido una pasión en mi carrera. Ésta vocación me llevó a trabajar en dos instituciones psiquiátricas, en Barcelona y en Reus. En las dos aprendí los fundamentos de la psiquiatría desde su corriente más biologista-conductual, hasta la más dinámica y psicoanalítica.
En 1991 obtuve la plaza de directora de un centro de día para la rehabilitación de drogodependientes perteneciente al Ayuntamiento de Tarragona. En el año 2000 pasé a dirigir el Servicio de Prevención de las Adicciones también de dependencia municipal, cargo que todavía ocupo.
Me formé como psicoterapeuta grupal, al ser ésta la terapia de elección en el terreno de las adicciones. Desde entonces no he dejado la formación en cuanto a grupos humanos se refiere, en todas sus modalidades; grupos de psicoterapia, familiares, organizaciones, supervisión de equipos, programas comunitarios, etc. S. H. Foulkes afirmó “el grupo es más que la suma de las partes” y de ahí emana parte de su eficacia terapéutica y su efectividad para la implementación de proyectos.
Si el grupo es una pasión, no lo es menos para mi las personas y sus malestares individuales. Por ello me he formado como psicoanalista en APERTURA, estudio, investigación y transmisión del Psicoanálisis de Barcelona, asociación con la que continúo vinculada.
En 2002 comienzo mi andadura en consulta privada, para atender niños, niñas, adultos, adolescentes y también grupos familiares. En estos 13 años de ejercicio privado del psicoanálisis, experimento cómo éste método de cura ofrece a las personas la consecución de la “mejor versión de ellas mismas”.
Creamos en primavera de 2015 el Grupo Mentoring, gabinete de psicoterapia, psicoanálisis y coaching individual y de empresas, con M Pilar Pla y Pilar Segura.
Y aquí estamos, transitando este nuevo proyecto y generando espacios para pensar conjuntamente y actuar individualmente, siguiendo la frase de Al Franken, que escuché hace ya mucho tiempo: “Es más fácil ponerse en zapatillas que enmoquetar el mundo” .